Hoy les tengo algo muy especial, una de las excelentes historias de Maribel de Morales quien nos trae una anécdota simpática. Pero mejor dejo que sea ella quien nos la cuente. Los dejo con:
Una cocinera sonámbula
Mi familia tiene historial de sonambulismo. Mi tía, en sus primeros años, padecía estos síntomas, lo cual asustaba mucho a su abuela con quien ella vivía. Así que un buen día se cansó de tanto susto y decidió curarla, según ella, con un remedio poco usual.
Cada noche, cuando mi tía ya dormía, la abuela ponía un gran balde de agua fría justo donde ella colgaba los pies para poder bajarse de la cama. Cuando la sonámbula decidía hacer su ronda nocturna, metía los pies en el agua y rápidamente los sacaba, se despertaba asustada y se volvía a meter a la cama. Así transcurrieron muchas noches hasta que se curó. A la fecha la paciente ya no padece de sonambulismo y sigue cuerda y no como citan las abuelitas de que “no hay que despertar abruptamente a los sonámbulos porque se vuelven locos”.
Bueno esto es el preámbulo a la historia de nuestra cocinera sonámbula.
Mis primos regresaban tarde de la universidad y siempre cenaban y dejaban la cocina sucia. Al otro día mi tía les reclamaba y únicamente se culpaban uno al otro sin resolver nada.
Pero una mañana mi prima se levantó e hizo su cama y al quitar las almohadas vio que había un pan con huevo envuelto en una servilleta de papel. En tono cómico fue con mi tía y le dijo que le agradecía el detalle de llevarle el desayuno a la cama, a lo cual le contestó que dejara de hacerse la graciosa, que esa no era su costumbre y que le explicara por qué dejó sucio el sartén donde cocinó el huevo.
Iba a ser difícil que mi tía le creyera de que ella no había cocinado la noche anterior, pues con semejantes antecedentes y teniendo a la vista la evidencia en la mano o mejor dicho debajo de la almohada, no iba a lograr convencerla de su inocencia. A partir de ese día mi tía, que no acostumbraba a echar llave a la puerta de la calle, lo empezó a hacer, pues no vaya a ser que la sonámbula dispusiera irse de parranda y luego no se acordara.
Cada noche, cuando mi tía ya dormía, la abuela ponía un gran balde de agua fría justo donde ella colgaba los pies para poder bajarse de la cama. Cuando la sonámbula decidía hacer su ronda nocturna, metía los pies en el agua y rápidamente los sacaba, se despertaba asustada y se volvía a meter a la cama. Así transcurrieron muchas noches hasta que se curó. A la fecha la paciente ya no padece de sonambulismo y sigue cuerda y no como citan las abuelitas de que “no hay que despertar abruptamente a los sonámbulos porque se vuelven locos”.
Bueno esto es el preámbulo a la historia de nuestra cocinera sonámbula.
Mis primos regresaban tarde de la universidad y siempre cenaban y dejaban la cocina sucia. Al otro día mi tía les reclamaba y únicamente se culpaban uno al otro sin resolver nada.
Pero una mañana mi prima se levantó e hizo su cama y al quitar las almohadas vio que había un pan con huevo envuelto en una servilleta de papel. En tono cómico fue con mi tía y le dijo que le agradecía el detalle de llevarle el desayuno a la cama, a lo cual le contestó que dejara de hacerse la graciosa, que esa no era su costumbre y que le explicara por qué dejó sucio el sartén donde cocinó el huevo.
Iba a ser difícil que mi tía le creyera de que ella no había cocinado la noche anterior, pues con semejantes antecedentes y teniendo a la vista la evidencia en la mano o mejor dicho debajo de la almohada, no iba a lograr convencerla de su inocencia. A partir de ese día mi tía, que no acostumbraba a echar llave a la puerta de la calle, lo empezó a hacer, pues no vaya a ser que la sonámbula dispusiera irse de parranda y luego no se acordara.
Maribel de Morales
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¿Saben una cosa? tengo que confesar que algunas historias que me enviaron al correo de mi antigua oficina se perdieron. Pensé que tenía copia de seguridad, pero ahora me vengo a dar cuenta de que algunos de ustedes me escribían a ese correo y por ello perdí sus historias. Porfis, si no es mucho pedir ¿Me las volverían a enviar?
14 comentarios:
jajaja a mi siempre me ha divertido esto del sonambulismo, mi hermano sufría de eso... yo jure que no
Hace una semana dormida me levante y me salí demi casa! mis papas asustados cuando oyeron tocar la puerta y era yo regresando!
En mi familia también hay una que otra sonámbula, pero gracias a Dios ninguna cocinera jaja sino, tal vez ya hubieran incendiado la casa. Una vez mi hermana cuando era chiquita se quedó dormida en la sala de la casa y cuando la despertamos para que se fuera a su cama, al revisar que hubiera llegado efectivamente a la cama, la fuimos a encontrar metida en la regadera durmiendo!! jajaj.
Abrazos Nancy.
Ahjajajaj! Me encantó! Sabés que mi hermano mas chico se levantaba y corría dormido alrededor de la mesa, nos pegámos unos sustos terribles. Lo gracioso era que no se llevaba nada por delante!
Pero fué una época nomás, después se le pasó.
Besos y apapachos Nancita, buena semana!
Nancy,
Qué bonito te quedó el dibujo!!!
Te quedó muy bien la foto familiar en la mesa de noche, qué bien la copiaste!! ;o)
Buenas historias las de Becca, la de Prosódica y la de Any. Hay que decirle a Becca que duerma con una llave en su pijama.
Te vamos a mandar de nuevo las historias.
Apapachos,
Pedro Javier, María Sofía, Maribel y Leonel
Por ser discìpulo de Baco, a veces, hago cosas "en automático". He hecho de todo: caminar, hablar, cantar, cocinar, y lo más reciente: postear cosas que no recuerdo.
En fin...
Saludos Nancy, un abrazote y feliz inicio de semana.
Curiosas son las historias de los sonámbulos.
Personalmente no se de nadie cercano a mí. La verdad es que cuando te cuentan anécdotas de los sonámbulos suelen ser graciosas.....
Besos....
Jeje, Buena excusa para jovenes decir que de sonámbulos se acabaron el whiskito!!! (mejor no doy ideas)
Feliz Semana!, Mil gracias por el tip de tu articulo, BUENISIMO. te preguntaba en mi blog si podia traducirlo citando por supuesto la fuente y el autor.
En mi caso, no era sonámbulos... Cuando mi hermano menor era un bebé aún mis papás decidieron que durmiera con ellos porque siempre se lastimaba, ya sea cayéndose o buscándolo por mano propia. xD La cuestión es que un día mi mamá despertó de madrugada y mi papá y hermanito estaban durmiendo pero de repente escuchó a mi papá decir: "mijo, no te me vayás a caer" y mi hermanito respondió: "apa apa" xD (suena mejor contada que escrita, claro está jajaja).
Un abrazo muy pero muy fuerte y espero que pases una maravillosa semana :)
Clau
jajajajaja!
Sabes qué, Nancita?
Tal vez escriba un relato para el blog sobre la base de tu post de hoy!
Me encanta!
Un besito a mi chapina consentida!
Hola Hola
El relato de Maribel es muy curioso. No sabía que se podía cocinar mientras estás "sonánbulo". A partir a ahora lo tendré en cuenta.
Nancy, por favor, cuidate mucho. Tranquila con la resolución de temas "enojosos". Seguro que los resultados serán óptimos.
Por cierto, es una suerte que en tu país no emitan "Doctor Mateo" ;P ;P ;)
Abrazotes enormes, de corazón.
Cuidate.
Feliz semana!
juajua jua, menos mal que era cocinera y no asesina, naaaaa
saludos nancy
Hola Nancy:
Estoy sospechando que soy sonambula...
ultimamente despierto muuuuuuy cansada...!! jajaja
Buen dia!
Diana
jajajajajajajajajja!!! eso del sonambulismo es lo mas gracioso q existe... a mi hermana le gustaba ser cheerleader... asi que en las noches hacia sus presentaciones estelares... al principio me asustaba mucho... ya despues moria de la risa!
buenisimooo!
Hola Nancy. Cuando puedas pasate por mi blog. Apapachos.
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