jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Bienvenido 2010!


Esta noche, cuando los relojes marquen las 0:00 horas, cuando pasemos la página de un día a otro, un mes a otro, un año a otro, comeré (como es tradición) una a una 12 uvas. Por cada una pediré un deseo, estén seguros de que al menos uno de ellos se relaciona con ustedes.
Mientras, tomo mi copa y brindo por este hermoso año que nos ha dejado tantos gratos recuerdos, tantas lecciones, tantos aprendizajes. Brindo por la vida y por la felicidad.
Un abrazo a cada uno de ustedes y mis mejores deseos porque este año que estrenaremos venga cargado de mucha dicha, prosperidad, sabiduría y sobre todo, como dice W. Mercado...: mucho, mucho AMORRRRRR
¡Feliz 2010!

martes, 29 de diciembre de 2009

Un ardiente Año Nuevo

Hola a todos


Como imaginarán, este fin de año ha estado un poco movido, por eso he andado semidesaparecida. Pero no quiero terminar el año sin antes compartir con ustedes una historia que nos envió Maribel de Morales.
Como he dicho antes, las historias de Maribel y su familia son muy parecidas a las de mi familia... pero creo que en mi casa, a pesar de que casi todas mis hermanas eran piromaníáticas, nunca llegamos a estos extremos (...creo).
Los dejo con Maribel y los espero el 31 para que brindemos por un venturoso año 2010.
Apapachos, mil

Casi siempre en mis historias soy una expectante pasiva, en esta ocasión muy a mi pesar, soy la protagonista de un incidente con el que iniciamos un Año Nuevo poco usual.

No recuerdo bien cuántos años tenía en ese entonces, pero serían menos de 7.  Mi abuelita pasaba las fiestas navideñas y las de fin de año con nosotros desde que tengo uso de razón hasta que dejó de hacerlo unos pocos años antes de su muerte.  Era un personaje muy importante, ya fuera por sus ocurrencias, alegría, detalles para con los nietos, en fin, alguien decía que la  Navidad no estaba completa sin “la abuelita”.

Siguiendo nuestras tradiciones, hacíamos arbolito navideño y en el piso se hacía en nacimiento, adornado minuciosamente con figuras de barro, ranchitos, fuentes, ríos y el lugar más importante era para los Niños Jesús (eran 3) que se disponían de la mejor forma en el nacimiento para que cada uno fuera el más visto en este bello paisaje.

Se les vestía con trajecitos hechos especialmente para la ocasión, siendo ésta vez, unos vestidos en ganchillo y que en la parte de afuera tenían algodón de vivos colores con adornos muy bonitos.  Usaban gorrito y escarpines y en año nuevo se les sentaba en una sillita de madera laboriosamente tallada para ellos.

El arbolito era sin hojas, como estaba seco, se pintaba con pintura plateada en aerosol y se decoraba con esferas y figuras propias de la época.  Como en nuestros países tropicales no tenemos nieve en ninguna época del año, salvo en las cumbres muy altas que muy de vez en cuando cae escarcha, nos gustaba imaginar que nuestro arbolito tenía nieve, ya fuera con nieve artificial o con algodón blanco.

Junto al nacimiento se ponían veladoras, que se encendían a la media noche, justo cuando era el cambio de año y se rezaba por todos nuestros familiares y conocidos, deseando que ese año fuera mejor que el anterior.

Compraban para estos festejos cohetillos, estrellitas, bombas de luces, etc., todo para celebrar.  A mí me compraron las famosas estrellitas y como era chica no podía ni usar vela para encenderla y mucho menos un cigarrillo con el cual se encendían los cohetillos.  Así que mi abuelita con su buena intención e inocencia, me dijo que encendiera mi estrellita en la veladora del nacimiento.  Y vengo y le hago caso y una chispa cae en el algodón del arbolito y empieza a quemarse estrepitosamente todo lo que allí había. Cuando vimos semejante incendio todos los que estaban en la sala empezaron a gritar y se le unieron los que estaban fuera.  Como no podían apagar el arbolito el fuego ganó terreno y se pasó a la cortina de la ventana que estaba cerca, mi tía gritaba primero por el árbol, luego subió de tono cuando vio la cortina en llamas y por último los vestidos de los Niños Jesús, que también se habían encendido.

En un acto de desesperación vino mi tío temblores –que creo que con todas las cosas que nos pasaban, ya estaba entrenándose como bombero- arrancó literalmente el árbol del nacimiento con las series de luces colgando y lo sacó a la calle.  Menos mal que había una puerta muy cerca y conveniente, ya que el fuego no se apagaba.  Al fin lograron controlar el incendio y rescatar a los Niños Jesús que a pesar de que les quitaron sus vestidos, sufrieron daños considerables que ameritaron llevarlos a reparar.

Después de haber pedido cuentas de cómo sucedieron los hechos, creo que la única regañada en esta ocasión fue mi pobre abuelita, por haber dado el consejo a su nieta de encender la estrellita en la veladora.  Me recuerdo que lo único que hice fue solidarizarme con mi abuelita y lloramos juntas por haber hecho la travesura y también en agradecimiento a Dios de que ¡no quemamos la casa!.

Creo que los vecinos al ver el espectáculo dirían que éramos unos exagerados para celebrar, pues en lugar de quemar cohetillos y bombas de luces, quemábamos árboles adornados para recibir al Año Nuevo.




jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Hoy es un día especial para muchas personas en diferentes partes del mundo. Para mí también lo es.

Mis hijas y yo (y el Juanito, nuestro poodle) queremos desearles unas tranquilas y felices fiestas en compañía de sus seres queridos.
En estos días será difícil que publique alguna entrada o que visite sus blogs. Pero la próxima semana volveré con más historias.
Apapachos cariñosos.

P.D.
Si desean leer algunas historias navideñas, les dejo algunos enlaces de la navidad pasada.
Alucinación colectiva
Experiencias sobrenaturales
En las piernas de Santa

martes, 22 de diciembre de 2009

El olor de mamá...

Uy... vengo muy atrasada con mi propio blog... y con los comentarios en sus respectivos blogs.

Pero bueeeeee, ya estoy aquí con una maravillosa historia que si bien no es navideña, es muy hermosa y tierna. Nos la envió LadyMarian quien, no lo dudo, tiene una hermosa familia. Los dejo con nuestra invitada de hoy:



Mi abuela materna hace muchos años que murió pero siempre ha sido recordada con muchísimo cariño en mi familia. "Abue" (para todos sus nietos) o "Lilita" (como le decía yo) era una mujer que tenía mucha experiencia en el cuidado de los chicos (tuvo 4 hijas y 10 nietos) y además era muy perceptiva (a veces incluso un poquito "brujita"). Era muy cariñosa y a su vez tenía un carácter muy decidido. Todos tenemos recuerdos muy lindos de momentos vividos con ella. Era la típica abuelita que tenía la cartera llena de caramelos sueltos para que revolviéramos y sacáramos algunos.

A los pocos días de haber nacido yo, mi madre tuvo que salir a hacer un trámite muy importante y le pidió a mi abuela que se quedara conmigo. Mi madre, por supuesto, se sentía bastante angustiada por esto ya que era madre primeriza y era la primera vez que me dejaba a cargo de alguien.  
Al rato de haber salido, yo comencé a llorar y entonces mi abuela me dio el biberón (en Argentina se dice mamadera). Sin embargo seguía llorando. Probó entonces con todas las posibles molestias que pueden tener los bebés pero no tuvo éxito. Finalmente a Abue se le ocurrió envolverme con la bata que mamá usaba todos los días sobre el camisón porque era la prenda que seguramente podía tener más el olor de mi madre. ¡Inmediatamente se produjo el milagro! Dejé de llorar en el acto y cuando mi madre regresó me encontró dormida como un angelito. Es la prueba de que el olor de la madre es importantísimo para los bebés... y que hay que tener sensibilidad para entenderlos.


sábado, 19 de diciembre de 2009

Ocurrencias: Cuestión de vocación


Definitivamente Rembrandt sabrá por qué no me pintó en su "Lección de Anatomía".

viernes, 18 de diciembre de 2009

Espíritu navideño



Mea culpa. Hoy es viernes y quizá algunos esperaban encontrar aquí una anécdota de miedo o de situaciones paranormales. Lo siento.
¿Saben? no fue falta de historias... creo que la culpa de que hoy no publique una de esas anécdotas la tiene mi espíritu navideño. Tenía algunas buenas historias, pero no tuve ánimo para ilustrarlas.
Así que el infaltable Rufi se me ha unido este viernes para comunicarles que a partir de hoy y por los próximos viernes entre Navidad y Año Nuevo, nos daremos vacaciones de ese tipo de temas.
Gracias por comprendernos y disculparnos.
Prometemos volver a las andadas en cuanto hayan pasado las fiestas.
En cuanto al resto de historias citadinas... seguiremos publicándolas sin falta. He recibido muchos aportes y sólo necesito que me tengan paciencia porque aún no estoy bien organizada para su publicación.
Apapachos navideños.


P.D.
Hoy estoy estrenando una nueva sección. Gracias a Lujo, en la columna derecha tengo un contador de entradas publicadas y de comentarios recibidos. ¡Mil gracias, Lujito!
Apapachos especiales

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Suertuda


Soy una mujer feliz... porque soy muy suertuda. La vida me ha regalado tantas cosas buenas... y el blog es una de ellas.
Aquí he conocido personas con las que quizás jamás pueda estar frente a frente, pero siento su cariño y amistad como si las conociera de toda la vida. 
Y aunque no necesito recibir premios para sentirme querida y apreciada, cuando éstos vienen... ay, me pongo a brincar de contento. Demoro un poquito en colocarlos porque tengo el vicio de publicarlos hasta que les he podido hacer un dibujito.

En fin, mi amiga Diana quien desde México tiene el blog Diana, me ha invitado a jugar a la lotería... y si bien no entiendo muy bien cómo es la cosa, pues estoy feliz pues he ganado el premio mayor: se llama AMISTAD.
Y bueee, como ya expliqué que me cuesta entender el asunto, les dejo copia (parafraseada en algunas partes) de lo que Diana escribió en su blog al respecto:



Este juego de lotería proviene de una iniciativa de Alas de plomo, ya que el año pasado hicieron la misma idea de jugar un cachito de loteria española. Es exclusivamente para blogs.
 El sorteo es el dia 22 de diciembre 2009 y me llega a traves de mi amiga Diana (como ya dije), quien a su vez lo recibió del poeta Lumpenpo: http://lareddelnavegante.blogspot.com/ 

 Aquí les dejo el enlace del autor del proyecto Alas de Plomo, donde viene como funcionara esto si resultamos agraciados http://alasdeplomo.com/2009/11/14/regalamos-loteria-de-navidad-2009/comment-page-9/#comment-32608

Este "cachito" lo regala la administración de lotería Z-13, en Gran Vía 36, de Zaragoza.Teléfono 976 -23 57 69.
La idea es pasarlo a 5 blogs mas. Asi que como ando quebrando mis reglas, aquí les dejo cinco blogs que sorteé al tin marín, porque no puedo decidir yo solita:
Tutto Alex (de Alexxx)
Dianitah (de Dianitah)
Cristian Mejía "De mi mundo" (de Cristian)
Ubuntu y Tecnología | Obux (de JoséKont)
Diálogos con Th3 J0k3r (de Chirilo)

Hasta donde entiendo, ahora cada uno de los mencionados tiene que tomar su cachito, ponerlo en su blog y correr a anotarse en el blog de Alas de Plomo para que te de tu numero de participante.


Cualquier duda o pregunta contactar directamente con ALAS DE PLOMO





¡Otro premioooooo!



Por si fuera poco, María José (del blog Lugar de encuentro) y Eva (cuyo blog es La Cala) coincidieron en otorgarme el premio Amante Literario.
Las condiciones de este premio son:
*Agradecerlo a quien me lo concedió: Mil gracias, Eva y María José
*Otorgarlo a 10 blogs y avisarles. Bueee, aunque mi política siempre ha sido no designar blogs, esta vez haré una excepción para poder reconocer la calidad de los blogs que visito y que son meramente literarios.


Finalmente debo decir por qué me gusta leer. Y bueee...  no estaba preparada psicológicamente para esto, así que sólo diré que no concibo la vida sin el placer que me da la lectura... así que leo por puro placer.


martes, 15 de diciembre de 2009

La madrina del Niño Jesús


Hola amigas y amigos...
Sigo muy lejos de la web y por eso hasta hoy me percaté de que mi historia para ayer no se publicó... Bueeee, fue mi culpa, quizá no la dejé bien programada. En fin, como estamos en la época navideña, les dejo una historia de Maribel de Morales quien realmente debe ser mi pariente. Júzguen ustedes mismos, esta es la historia contada por ella:


Las costumbres en nuestras familias forman parte de una cultura chapina muy peculiar. Siempre que se compraba una imagen del Niño Jesús o de cualquier otro santo, se acostumbra llevarlo a la iglesia para que lo bendigan con agua.  Deben acompañar a este ritual, la persona dueña de la imagen y un padrino o madrina según sea el gusto de cada quien. 
En mi caso yo fui la madrina, seguramente tendría pocos años y con eso de los caprichos de los chiquitos, quería llevar en una cajita la imagen de yeso del Niño Jesús.

Íbamos caminando desde mi casa hasta donde quedaba el templo, que serían unas seis cuadras o bloques y casi siempre era después de la misa del domingo.

El trayecto lo hacíamos lo más despacio posible, pero en una de esas, ¡zas¡ que me tropiezo y se me cae la cajita con la imagen y ésta que se rompe.

No tuvimos más remedio que regresarnos a la casa con el respectivo regaño y a esperar a comprar otra imagen. Cuando al fin la compraron, fue la misma historia, yo me empeñaba en llevar la cajita y otra vez que se quiebra.

Para no aburrirnos con la misma historia, este episodio se repitió muchas veces, hasta que cansada la dueña de la imagen, la llevamos a bendecir tal y como quedó después de botarla y no sería la cara de sorpresa del padrecito al ver que lo que queríamos que nos bendijera no era una imagen, sino un rompecabezas de la imagen.

Creo que con todo esto, mi familia ya me veía con preocupación y ya estaban pensando en echarme nuevamente el agua bendita del bautismo, pues o quebraba o quemaba las imágenes del Niño Jesús.  

Hasta la fecha me sigue pasando que se me caen y se quiebran o se rajan. :s

viernes, 11 de diciembre de 2009

Un saludo especial



Uy, casi no llego a tiempo... supongo que todavía es viernes en otros países... En fin, publico un poquito tarde la historia de hoy porque decidí cambiar la que tenía lista por una increíble historia que comparte con nosotros Mariela, del blog Movimientos breves rosarionos.
Desde que la leí, pese a que me recorrió un escalofrío... sólo puedo pensar en un comentario que me han hecho creo que LadyMarian y Maru Luarca y que va en el sentido de que quizás hay algo más después de todo esto y quienes se nos han adelantado, a lo mejor no están tan lejos. Digamos que el más allá está bastante más acá de lo que podría creerse. En fi, los dejo con Mariela:


Esta historia me la contó mi papá, y la escribí como me la contó él a mí.
Mi papá conoció un hombre, que hablando de cosas relacionadas, le dijo: Si yo le cuento algo, ¿usted me lo va a creer?
Sí, le dijo mi papá, yo creo todo, ¿qué le pasó?
Entonces el hombre le contó:
Yo trabajaba en el Gobierno, en Buenos Aires, entonces había alquilado un departamento y me iba de lunes a viernes con mi señora y mi hija al departamento, y el fin de semana yo me volvía a Rosario, porque soy de Rosario y tenemos la casa en Rosario.
Una semana ni mi señora ni mi hija me pudieron acompañar, así que fui solo. Yo estaba durmiendo, pero no sé si estaba dormido o despierto, estaba acostado. De pronto veo una luz blanca brillante en el dormitorio, no sé de donde salió. Entre esa luz, de pronto se me presenta un joven de unos dieciséis, diecisiete años, vestido con pantalón, camisa y mocasines y me dice: Usted conoce a mi papá, es el que vive en el 3º A. Dígale que donde yo estoy,  estoy bien, y desaparece. No sé si es un sueño o lo vi.
Vuelvo a Rosario y le cuento a mi señora y me pregunta: ¿Fuiste a verlo al señor del 3º piso? No, cómo voy a ir si apenas lo conozco. Va a creer que estoy loco.
A la siguiente semana, vamos con mi señora y mi hija y al momento de almorzar una fuerza me saca de la silla y me lleva hasta el ascensor. No sé como aparezco en el piso tercero tocando timbre en el departamento A. Sale el hijo y me pregunta qué es lo que deseo, y le digo que quiero hablar con su padre. Me dice: En este momento no lo puede atender, porque está en una reunión muy importante.
Vuelvo a mi departamento que está en el 5º piso, me siento de nuevo a querer almorzar y de nuevo una fuerza me saca y me lleva hasta el ascensor. Vuelvo a aparecer en el 3º piso, tocando timbre, en esta oportunidad me atiende la señora, me pregunta qué deseo, le respondo que quiero ver a su esposo, me responde que no, porque está en una reunión y no lo puede molestar, me pongo como loco, empiezo a los gritos y aparece el señor que yo buscaba. Me pregunta qué deseo, le digo que me acompañe hasta mi departamento, me dice que no puede, tanto le insisto que me acompaña. Llegamos hasta mi departamento, tomamos asiento, le cuento lo que me sucedió y el hombre se desmaya. Cuando vuelve en sí me dice que ese era su hijo que falleció en un accidente hacía siete años y que hoy era el cumpleaños y cumplía diecisiete años y que nadie en ese edificio sabía que él tenía un hijo que había fallecido en un accidente, porque al fallecer su hijo vendieron la casa donde vivían y compraron este departamento.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ocurrencias



Hola a todos...
He estado ausente un par de tres días... así que no he podido comentar sus últimos comentarios y tampoco visitar sus blogs... perdónenme, porfis.
Les cuento que acabo de inaugurar una sección en mi otro blog, se llama ocurrencias y la pueden conocer en este enlace. Este es el primero de una serie de dibujitos que a veces se me ocurren sin que medie una historia de por medio. Espero que les guste...
Apapachos

lunes, 7 de diciembre de 2009

El enfermo imaginario


Para empezar la semana no nos vamos a poner cultos y evocar a Moliere, el gran dramaturgo francés...
Pero vamos a tomar prestado el título de una de sus obras para contar la historia de Samuel, un perrito hipocondríaco.
Samy (diminutivo de Samuel) es un chihuahua consentido. Vive con una familia que lo adora (lo idolatra). A donde quiera que van, Samy está con ellos, en el mejor lugar, por supuesto. Como los hijos ya no son niños, toda la familia "chochea" con el tal Samy. Y el chucho es re malacate, tiene mal genio con el resto del mundo.
Pues bien, hace poco hablé con Chichí, la dueña de Samy y me contó que el perrito les dio recientemente tremendo susto.
"Un día yo me estaba pintando las uñas de rojo", me contó Chichí, "y como el Samy estaba allí metido le pinté una de sus garritas".
A los pocos días Samy dejó de comer, empezó a cojear, no caminaba, estaba desganado... en fin, enfermó terriblemente.
Lo revisábamos y el perrito apenas si se dejaba tocar... pero no soportaba que le tocaran la patita.
Chichí le habló a su esposo y le pidió que llevara a Samy de emergencia al veterinario pues ya llevaba tres días "en cama", desganado, deprimido, llorando de dolor.
El esposo tomó al perrito y lo colocó con cuidado en el auto y se lo llevó, pero con tan mala suerte que al llegar a la veterinaria ya estaba cerrada.
De vuelta a casa el hijo mayor se puso a consentir al animalito. Para poder ver lo que ocurría en su patita, decidió despintarle la uña roja. Tomó un algodón con acetona y eliminó aquel esmalte. El perrito, entonces, al ver que ya no tenía la uña roja, saltó del sillón y salió corriendo como si nada... No volvió a cojear, dejó de llorar, jugó, correteó, comió y bebió su agüita de lo más fresco.
No fue necesario esperar al otro día para llevarlo al médico. Aparentemente el color rojo en su patita generó un efecto negativo que lo hizo somatizar. Para mí que el chucho necesita un psiquiatra.
¡Plop!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Despedida II


A lo largo del tiempo me he convencido de que la gente atribuye a una "despedida" el hecho de que justo cuando una persona fallece, algo muy extraño ocurre a alguna persona cercana. Me lo confirman los comentarios en la historia de Diiviina y en la de Laura, para citar dos ejemplos.
Y en mi largo recopilar anécdotas de todo tipo, estoy comprobando que tengo todavía algunas historias similares por compartir.
La historia que les traigo para hoy, la vivieron mi ex y su mamá unos años antes de que yo los conociera.
Sucede que ellos habían vivido muchísimos años en una hacienda en la provincia hondureña, donde tuvieron ganado y cultivos, y donde mi ex suegra tuvo a su cargo un comedor infantil en donde salvó muchas vidas de pequeños y muchas veces de sus madres. Pero luego, vendieron muchas de sus propiedades para trasladarse a la capital. Allí construyeron una linda casa a la que mi ex y su mamá se fueron a vivir, mientras el papá y un hermano de mi ex  terminaban de finiquitar algunas cosas.
Cuando mi ex y su madre se pasaron para aquella casa, ésta aún no estaba terminada. Había en el pasillo a lo largo del que se ubican los dormitorios, unos tablones de caoba que habían traído de la hacienda... Otros estaban en la terraza o en el frente de la casa.
Aquella noche, ninguno de los dos podía conciliar el sueño. De pronto, escucharon ruidos en la terraza. Mi ex, se pasó sigilosamente al dormitorio de su mamá para ver si ella estaba bien. Claramente empezaron a escuchar golpes en la terraza, así que no les quedaba duda de que alguien estaba allí arriba. Pero luego empezaron a escuchar como si golpearan con fuerza los tablones. Era como si se partiera el techo sobre ellos.
Lo extraño era que si se trataba de ladrones no podían hacer tanto ruido. En ese momento se escuchó un enorme ruido de cristales. Y ambos pensaron que habían lanzado aquellos maderos contra el ventanal de la sala.
Mi ex, dejó a su mamá y le dijo que saldría a ver qué pasaba. Así que tomó su arma y salió por el pasillo en dirección hacia el comedor y la sala. Ante su sorpresa, todo estaba en orden. Subió a la terraza y no encontró nada. Había absoluta quietud allá arriba.
Esa noche durmieron juntos... es un decir, no pegaron los ojos en toda la noche, porque los ruidos los tuvieron en vilo largo tiempo.
A la mañana siguiente confirmaron que todo estaba en orden. Pero luego recibieron una llamada para darles una mala noticia: doña Fulanita, una de las muchas mujeres desnutridas que la mamá de mi ex había salvado de la muerte hacía muchos años, había fallecido justo a la hora en que empezaron los escandalosos sucesos de la noche anterior. Aquella mujer y mi ex suegra habían forjado estrechos lazos de amistad y agradecimiento. Mi ex suegra no duda que aquella haya sido la despedida de doña Fulanita.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Travesuras infantiles V


Como les conté el lunes, pillaron a mi madre espiando a su hermana mayor y el novio de ésta cuando se cantaban una canción de enamorados... todo, porque mi señora madre no pudo contener la risa.
Esto debe haberle significado no sólo una gran reprimenda, sino quizá también un duro castigo físico (conociendo a mi abuela...).
Lo cierto es que esto no curó a mi mamá. Antes bien, la animó para buscarse un mejor palco. Y pronto lo encontró.
Cierto día llegó a inspeccionar la panadería y descubrió que los sacos de harina eran apilados en círculo, cuyo centro quedaba hueco. No dudo que sus ojitos deben haber brillado ante semejante descubrimiento.
Desde la historia anterior, mi tía y su novio  revisaban bien el local antes de despedirse, pero jamás sospecharían del interior de aquel círculo de costales.
Así que para asegurarse un palco de primera, mi mamá fue a tomar posesión muy temprano en la tarde, así no la verían entrar.
Como la espera fue larga, de varias horas, y no tenía nada qué hacer, el sueño la fue venciendo hasta dejarla completamente entregada a los brazos de Morfeo.
Llegó la noche y con ella los besos y las canciones de los tortolitos, pero mi mamá se los perdió por estar dormida. 
Más tarde, cuando la familia se percató de la ausencia de la niña, se desató una búsqueda frenética por toda la enorme casa (incluida la panadería).
Después de buscarla por largo tiempo infructuosamente finalmente la encontraron. No sé si fue porque mi mamá despertó, o si fue porque a alguien se le ocurrió ver entre los costales de harina. Los cierto es que, aunque esa vez no pudo ver ninguna escena entre los enamorados, tampoco aquel día se libró de otra buena tunda.
Bien dice el dicho... "Genio y figura... hasta la sepultura".