Pero bueno, todo esto viene a colación por la historia que hoy les contaré.
Desde muy pequeñita, mi hija menor (que ahora tiene 13 años) ha tenido una personalidad muy marcada, muy definida. Es esa niña que sabe lo que quiere, que goza lo que hace y que gusta de ser quien es. Así la historia, una de las cosas que más cuida es no ser confundida con nadie más. Para ella siempre ha sido muy importante no tanto "ser diferente", como "ser ella misma": la oveja verde, o de cualquier otro color que no haya en el rebaño.
No digo con esto que sea una excéntrica y extravagante (aunque a veces se acerque a estos límites).
Pues bien, como además tiene un liderazgo innato y muy marcado... ya se imaginarán que siempre encuentra niñas que quieren ser como ella, lo cual le molesta sobremanera.
Cuando algo así ocurre se queja conmigo y yo trato de hacer que vea esta situación con ojos más optimistas.
-Mija, qué bonito es que traten de imitarte, eso significa que quieren ser como tú, las inspirás. Le digo, y remato siempre con la consabida frase: Recordate que "la copia es el mejor elogio"
-Ala mama, pero cae mal... que se busquen una personalidad ¿qué les cuesta?
Y bueno... el asunto no es nuevo. Una de las historias más simpáticas que le ocurrieron fue cuando ella estaba en segundo primaria. Cuando todos los niños estaban bien sentados, ella decidió "ponerse en reposo" por el puro impulso de no estar igual que los demás. Pero se dio cuenta de que la compañerita de al lado también se puso en reposo. Esto le molestó pero no le dio mayor importancia.
Más adelante, cuando la maestra los puso a todos en reposo, como ella tiene ese espíritu de contradición por querer ser individual, no se puso en reposo sino que se sentó recta.
En ese momento vio que su amiguita también se incorporó.
Esto ya no le gustó, por lo que decidió tomar sus libros y ponérselos en la cabeza.
El colmo fue que la niñita de al lado también tomó sus libros y se los puso en la cabeza. Entonces se los quitó y los puso en el escritorio... cosa que su seguidora hizo también.
Mi hija, ya casi fuera de sus casillas, se volvió a poner los libros en la cabeza y la niña hizo lo propio.
Entonces mi hija, muy molesta, le dijo:
-Vos mano, ¿por qué te pusiste los libros en la cabeza?
-Es que me pareció divertido...
-grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
7 comentarios:
jejeje, me sentí muy identificado con eso de la oveja verde de la familia. Saludos. Un abrazote !!!
Jajaja... parece una competencia en donde uno sale perdiendo. Excelente dibujo, como siempre. Yo sería algo así como la oveja post-punk!
Lo importante en la vida es que si copias.. copies lo bueno de la gente.. y si eres de la gente a la que los demás le copian.. trates de que tu comportamiento sea bueno para que lo copien. Creo que todos hemos hecho cosas que los demás han copiado y todos hemos copiado cosas.. lo bueno de la historia que cuentas es que nos damos cuenta de que no tenemos que preocuparnos o enojarnos si nos copian porque si nos copian significa que les parece agradable o divertido lo que hacemos.
jajaja siempre hay niños que le copian a uno, algunas veces me pasaba lo mismo.
Yo prefiero a los niños así que tienen personalidades marcadas, que saben lo que quieren... seamos honestas vos Nancy, quién quiere tener uno de esos hijos que todo el mundo le pasa encima, sobre todo si es mujer?. Se me hace que esta tu hija va a ser grande... aún más de lo que ya lo es.
abrazotes
Individualista, lider, sobre todo de esa gente que uno admira por eso a veces se quiere imitar como la mamá.
Abrazos.!
Felicitaciones Nancy, que tu hija tenga una personalidad bien definida es un alago para ti.
Un abrazo.
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