Apapachos,
Nancy
Un caso extraño, pero real que demuestra que no todo lo que brilla es oro y de cómo no todas las que parecen reinas son reinas.
¿Es posible equivocarse de enamorada? Si su respuesta es no, pues se equivoca. Resulta que Rodrigo, un amigo, tenía en el bachillerato una chica que había conocido en uno de esas kermeses tan características de los colegios. Allí encontró a Reina, que estudiaba dos grados antes. Y que para él ya casi era el amor de su vida. Estuvieron saliendo unos días, ya sabrán que esas salidas en realidad son acompañamientos hasta la casa a la hora de la salida del colegio y nada más.
Rodrigo estaba tan entusiasmado con su nueva chica, que no paraba de contarle a todos cómo ya casi estaba conquistándola.
¿Es posible equivocarse de enamorada? Si su respuesta es no, pues se equivoca. Resulta que Rodrigo, un amigo, tenía en el bachillerato una chica que había conocido en uno de esas kermeses tan características de los colegios. Allí encontró a Reina, que estudiaba dos grados antes. Y que para él ya casi era el amor de su vida. Estuvieron saliendo unos días, ya sabrán que esas salidas en realidad son acompañamientos hasta la casa a la hora de la salida del colegio y nada más.
Rodrigo estaba tan entusiasmado con su nueva chica, que no paraba de contarle a todos cómo ya casi estaba conquistándola.
–Ahora sí –decía –este año no la paso sin novia.
En efecto cuando uno veía a estos dos tórtolos, se notaba que ambos se gustaban. –Ya me falta poco –decía. Y eso que todos nos dábamos cuenta de que ambos estaban muy enamorados. En el amor todos se dan cuenta de que nos encontramos así, menos nosotros.
Una tarde, cuando Rodrigo se paseaba por una de las calles del barrio cercano a la casa de su enamorada, en la distancia le pareció verla. Corrió para cerciorarse, pero solo la pudo ver de espaldas. Pero su silueta era inconfundible. Su caída de cabello y su andar no podían mentirle. Decidió darle un susto, aunque, después me dijo que algo le hacía dudar al verla. Se apresuró en su paso. La alcanzó y la tomó por el brazo.
¿Qué tal? -Le dijo. Ella respondió: muy bien. Allí este amigo disipó sus dudas. Ella tenía, tal vez la mirada un poco más clara, pero eran los mismos ojos y la misma sonrisa. Ambos se fueron platicando por todo el camino hacia la casa que ambos conocían a la perfección. Rodrigo fue platicándole sobres sus cosas y ella iba extrañamente un tanto callada, como si fuera la primera vez que lo escuchaba. Rodrigo en otras palabras, como dicen los patojos, se la iba “casaqueando”
Ya en la entrada de la casa ella lla le agradece por la compañía y que se divirtió bastante con la charla. Que espera volverlo a ver después. No sin antes despedirse en la puerta entre sonrisas y con una mirada picaresca que no le conocía, con una frase que hasta hoy en día le ruboriza: Me llamo Raquel y ahorita te llamo a mi hermana Reina. Rodrigo en ese momento se enteró: era su hermana gemela.
Ángel Elías
En efecto cuando uno veía a estos dos tórtolos, se notaba que ambos se gustaban. –Ya me falta poco –decía. Y eso que todos nos dábamos cuenta de que ambos estaban muy enamorados. En el amor todos se dan cuenta de que nos encontramos así, menos nosotros.
Una tarde, cuando Rodrigo se paseaba por una de las calles del barrio cercano a la casa de su enamorada, en la distancia le pareció verla. Corrió para cerciorarse, pero solo la pudo ver de espaldas. Pero su silueta era inconfundible. Su caída de cabello y su andar no podían mentirle. Decidió darle un susto, aunque, después me dijo que algo le hacía dudar al verla. Se apresuró en su paso. La alcanzó y la tomó por el brazo.
¿Qué tal? -Le dijo. Ella respondió: muy bien. Allí este amigo disipó sus dudas. Ella tenía, tal vez la mirada un poco más clara, pero eran los mismos ojos y la misma sonrisa. Ambos se fueron platicando por todo el camino hacia la casa que ambos conocían a la perfección. Rodrigo fue platicándole sobres sus cosas y ella iba extrañamente un tanto callada, como si fuera la primera vez que lo escuchaba. Rodrigo en otras palabras, como dicen los patojos, se la iba “casaqueando”
Ya en la entrada de la casa ella lla le agradece por la compañía y que se divirtió bastante con la charla. Que espera volverlo a ver después. No sin antes despedirse en la puerta entre sonrisas y con una mirada picaresca que no le conocía, con una frase que hasta hoy en día le ruboriza: Me llamo Raquel y ahorita te llamo a mi hermana Reina. Rodrigo en ese momento se enteró: era su hermana gemela.
Ángel Elías
9 comentarios:
Hola
Bravo, bravo...me ha resultado una historia tierna y divertida. Me ha gustado es ligera y te atrapa rápido.
Pobre chico, menudo chasco se llevó al ver que estaba con la gemela. Ya dice bien: No todo es lo que parece ;)
Y ahora que lo sabe: ¿¿qué hará este chico???.....¿¿Se pensará cambiar de novia??? ;P
Un abrazo enorme, de corazón.
jajajaj yo mas creo que el estaba mas enamorado del ser de reina que de su fisico, o al menos de eso me enamoro yo. feliz cumple nancy
Pobrecillooooooooooooo. Qué cara se le debió quedar. Pero mira tú la hermanita como no dijo nada hasta el final. Muy espabilada, la chica, je.je.
Besotes. Me pasé un ratito a verte y tu casita me parece de cuento.
Linda, requetelindaaaaaaa.
bueno, al menos no fue víctima de una broma de las gemelas... he tenido casos así entre los cuates y la familia, jajaja.
Por otro lado, admiro a quienes, teniendo una cuñada o cuñado gemelo, saben distinguir quién es su pareja.
Ummmmmm ¬¬ Jajajajaja! que bueno que nunca me he enamorado de chicas gemelas!
Slds
Esta historia de Ángel me hizo recordar a mis vecinas de toda la vida: "las cuaches". Resulta que cuando empezaban el noviazgo con sus ahora respectivos maridos, uno de ellos confundió a su novia y quiso saludar con un besito a la cuñada, jajajaja. La pobre se hizo el quite espantada y fue a llamar a su hermana.
siempre hay historias de estas donde existen gemelos(as), y sera que a las dos les gustaba el mismo chavo??
Jejejeje, bonita historia, y como dice Mercedes, qué pilas la Reinita que no dijo que tenía hermana gemela, de plano que se la estaba guardando para en caso de emergencia!!!!
Eso me recuerda la historia de dos amigos que son gemelos, pero nunca andan juntos, cada uno tiene personalidad y amigos diferentes y a veces los amigos de uno miran al otro y después le reclaman porque no los saluda. Entonces ellos siempre le advertían a sus amigos que "si me ves y no te saludo es porque es mi hermano, pero si me ves y ando portándome mal, entonces es mi otro hermano Felipe" o sea que se inventaron un tercero que les servía para negar que se habían ido por ahí a divertirse.
Lujo: Claro no todo lo que brilla es oro.
Seth: Creo que de alguna manera fue asi
Mercedes: Nada de pobrecillo. aquel por tontito no se dio cuenta
Verde: gemelas? no es para ponerse verde de envidia?
Josekont: Pues ya es hora
Nancy: se enamoro alguana vez de gemelos?
Alexxx: creo que de alguna manera si se gustaban entre todos, como fiesta romana
Leonel: interesante y creo que voy atomar el chivo.
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