Travesuras infantiles I

Hola a todos

Esta semana vamos a iniciarla con una nueva serie de historias: "Travesuras Infantiles". Y lo haremos con una graciosa historia de nuestra querida amiga Filistea , Filis, con cariño, (autora de Chisgarabis) quien tuvo la iniciativa de sugerir y abrir esta serie.

Desde ya les anticipo que iniciarán la semana con una sonrisa en los labios y con recuerdos de su infancia.

Gracias Filis, apapachos para todos. Aquí les va:

Mi hermana cuando estaba pequeña era el diablo en persona. De verás, sus travesuras iban más allá de la imaginación promedio infantil. Y para joder, todo parecía hecho sin malicia. Doy este preámbulo o pequeña "diablografía" porque sus travesuras le valieron que mi mamá la amarrara literalmente en la cama (suena a maltrato infantil) pero de verás eras así, lo tenía que hacer por 15 minutos y cuando salíamos a la calle, iba con un chaleco que tenía una cinta y mi mamá controlaba sino la perdíamos de vista. Creo que mi papás estaban esperando que se casara para cambiarnos todos de dirección a vivir una vida decente. En fin. . .
Un día estaba lloviendo y queríamos salir a jugar, entonces mi mamá nos dió permiso de meter a los chavitos de la cuadra y que jugáramos a escondernos. Eran como las dos de la tarde, y entre ellos estaba mi hermanito de tres años *Luis; total que nos pusimos a jugar y ella se encargo de 'esconder a mi hermano' y así nos la pasamos jugando hasta como a las 4 de la tarde.
Nuestros amigos se fueron, terminó de llover mi mamá se puso a planchar y nos tiramos en la sala a ver caricaturas, fui a traer dos quetzales de pan, mi mamá nos sirvió café, (ajá, en Guatemala, los niños tomamos café). Y digo todo esto porque para eso, ya eran como las cinco de la tarde mi hermana y yo tiradas en los sillones viendo tele.
De pronto mi mamá nos pregunta: muchá ya hace ratos que no miro a Luis, se durmió? hice memoria y me acordé de la ultima vez que lo ví iba con mi hermana para el cuarto de mi primo que vivía con nosotros, y mi mamá empezó a llamarlo Luuuuiss, Luuuuiss, nada que contestaba.
Yo miraba a mi hermana nerviosa, y ser mordía los labios, típica señal de travesura y mi mamá le dice. Donde está Luis y la muy mensa dijo, ahorita lo traigo mama, está en el cuarto de mi primo, cuando fuimos a ver, aquella intentaba abrir el ropero y nada que podía. Resulta que había metido a mi hermano adentro donde estaban las cobijas para que no lo encontraran y la puerta se atascó. Un ropero chiquito, jalábamos la puerta, tocábamos y nada que contestaba mi hermanito, y mi mamá llorando porque pensaba lo peor. Llegaron casi todas las vecinas y vecinos a intentar abrir la puerta, nada, no se podía.
Mi primo tenía dos días de haber comprado el bendito ropero, si quebraban el espejo era posible que lastimarana mi hermano, le metían la llave, hacían de todo y al fin, mandamos a traer al carpintero de la colonia y llegó a abrir el ropero con una llave maestra.
Ahí estaba mi hermano entre las cobijas bien dormidito. Mi mamá se puso feliz y yo también porque ya me había asustado.Y todo mundo celebrando que mi hermano no se asfixió. Entre esas llega, mi hermana y dice: mama me da mas café? es que me tome el suyo.

*nombre ficticio.