lunes, 2 de noviembre de 2009

Post data a la casa de la tercera avenida



Para abonar al tema de la casa de la que hablé el viernes pasado, donde ocurrieron extrañas situaciones paranormales, quisiera contarles algo que me ocurrió allí siendo yo aún muy pequeñita.
Debo haber tenido unos 5 ó 6 añitos, pero lo que me pasó se quedó tan grabado que cuando lo recuerdo viene a mi memoria muy fresco, como si hubiera sido ayer.
Lo cuento hoy lunes y no un viernes ya que no necesariamente se trata de algo paranormal o de terror.
Aquella era una casa que tenía un gran zaguán en la entrada y un largo corredor, a lo largo del cual se distribuían las habitaciones. Además, en medio, dividiendo los dos patios, estaba el comedor.
Recuerdo que yo estaba sola jugando en uno de los patios, tenía la carita apuntando hacia el suelo (quizá estaba jugando con las hormigas) cuando de pronto algo golpeó mi boca. Fue como si desde el suelo me hubieran lanzado con fuerza una moneda de un centavo. Pudo haber caído desde lo alto y luego rebotar hacia mi boca, pero resulta que, en primer lugar, no había nadie cerca que pudiera haberla lanzado… y en segundo lugar, nunca escuché el rebote. Fue, como les digo, como si la moneda hubiera sido lanzada desde el piso… ¡imposible, ilógico, increíble! Ya lo sé.
Vi hacia el techo pero no había nadie. Además, era un techo de láminas, se hubiera escuchado si alguien hubiera estado arriba.
Tomé la moneda observé la efigie de Fray Bartolomé de las Casas. Me dio miedo, en ese momento me dio mucho miedo. Lo vi como un monstruo, como un ser despreciable y malo… y amenazador.
A pesar de que era pequeña, tenía la certeza de que como era algo ilógico nadie me iba a entender si lo contaba, así es que creo que no se lo conté a nadie.
Esa misma noche tuve una pesadilla con Las Casas. Soñé que él estaba en mi casa, sentado sobre unas cajas de aguas (gaseosas) que estaban en la cocina. Me estaba esperando con una horrible cara de maldad. Supongo que ni corta ni perezosa me fui a meter entre mis papás.
La pesadilla fue recurrente, me persiguió por muchos años. Hasta que, finalmente, desapareció de mi vida aunque el recuerdo quedó imborrable, como tatuado en mi memoria. Este fin de semana, el sábado, cuando estábamos picando la verdura para el fiambre (mmmm) le pregunté a mi mamá qué otras cosas habían ocurrido en aquella casa. Su respuesta me dejó helada, pero me la guardaré para algún otro viernes. Eso sí, entre otros fenómenos "menores", mencionó que a varias personas "les habían arrojado monedas" ¡Plop!

15 comentarios:

María José Moreno dijo...

Me ha encantado tu historia. He pasado un buen rato leyendo sobre la casa. Felicidades

Rochies dijo...

no es justo! que hablo con su mama.
ahora cuente por más que no sea
viernes!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Mi dios!!1qué miedo! como para que se ericen los pelitos de la nuca! jejeje...esperaremos para saber todos los detalles!
Un beso!

P.d
muchísimas gracias por tus amables comentarios!!

Anónimo dijo...

La descripción de la casa me recuerda que acá esas casas se les dice tipo chorizo una habitacion al lado de la otra y los servicios cocina y baño en el fondo. Ahora la historia de la moneda me hizo erizar algunos pelitos.
Te mando un abrazo.

MARU dijo...

Pues si que tienes cosas interesanes que contar!!! Menuda casa he?
Un relato precioso.
Apapachos

Any dijo...

Che pero vos todavía querés volver alli? Nooooo, no vayas! No te da miedo?
Aunque pensándolo mejor ... mirá si ahora te caen billetes ... ya me gustó la idea jajajajajaj!
Hoy me acordaba de vos porque ayer estuvo por aqui tu compatriota Arjona y reventó todo! A mi no me piacche la verdad, pero la crítica fué 100 x 100 a favor y las chicas estaban como locas! jajajajaj
besos y apapachos

Anónimo dijo...

estas segura que no es viernes?

=0S

no regreses!

Anónimo dijo...

nooo no nos deje con la duda!! cuál fue la respuesta? jejeje

Nancy dijo...

Veo que las opiniones están divididas... que si voy o que si no voy a la casa. Iré y les contaré, jajaja.
Que por qué las dejo con la duda... Ay, es que me gusta hacer dibujitos para mis entradas y lo que mi mamá me contó amerita un dibujito y una entrada el viernes. El problema es que los dibujitos no me salen a la primera... paso adobándolos en mi cabeza hasta que al fin se me viene la idea completa...
Pero bueee, haré una excepción y me disculparé con Diiviina pues, a solicitud mía, nos contó una experiencia muy impresionante y que yo había programado para este viernes.
No la puedo contar para mañana porque no tendré tiempo de pensar en la ilustración. Pero veremos el viernes.
Mil gracias por el seguimiento y el interés en este asunto. Espero no defraudarlas.
Apapachos a todas, jajaja ¿vieron que no tengo comentarios masculinos?

Lujo dijo...

Hola Hola Nancy,
Es admirable la capacidad que tienes para hacer tus dibujos e historias. Debes tener un ágel que guarda tu inspiración...
Mi niña, yo no iría a esa casa o por los alrededores....
Estaré atenta a las próximas historias y a los relatos que tu madre recuerde.
Mil abrazotes enormes!

PROSÓDICA dijo...

Hola
Nancy

Al final me atrevi a venir, dicen que hay historias de terror en este tu espacio... no me gustan, luego ya no duermo. Vieras cómo me han quitado el sueño!!!.

pero siempre pasaba a agradecerte tus comentarios tan gratos que recibo en mis blogs. Sos lo máximo por no olvidarme. Aunque no me veas pasar por aqui seguido, siempre te leo Nancy, hasta en fines de semana!!!.

abrazos a granel amiga.

Mariela Torres dijo...

¡Qué historia tan curiosa! Lo que te pasó me hace acordar cuando mi papá me compró mi primera biblia, a los 7 años, para ir a catequesis. La abrí y estaba escrita en letras raras, yo ya sabía leer, y no entendía las letras. Quise ir a reclamarle a mi papá que me había traído una biblia en otro idioma, pero pensé que no iba a hacer caso.
Después la vi de nuevo, y estaba toda en castellano, y jamás encontré ni una sola página en griego o arameo, hebreo o algún otro idioma.

Besos.

casss dijo...

Bueno.. yo volvería y estaría atenta a recolectar alguna monedita más...jajaj No mentira, soy más miedosa que avariciosa, así que me quedo por aquí tranquilita esperando el desenlace de la historia que te contó tu mamá.
Cómo haces tus dibujos, podría hacer un tutorial muy sencillito para adiestrarnos a los que somos admiradores amateur de estas artes???

besotes!!! (yo en tu lugar hacía otro blog con pequeños tips....si lo hacés, anotame como seguidora PRIMI PREMIUN, JAJAJA)

La Vivi dijo...

Ojala que puedas, o tengas tiempo para el viernes. Estoy intrigada. A mi no me contaron de monedas. Y la del retrato era algo que la Misma Tony Lacayo (MIMA) contaba. Pero recuerdo que despues de las historias ya no queriamos volver a esa casa. Y el olorcito...Xb

Nancy dijo...

Lujito, tú siempre tan linda con lo de mis dibujos… Todavía no he hecho el dibujo de mañana y me quedan pocas horas… ay, me preocupa haber creado mucha expectativa y al final quizá se decepcionen… en fin, nos vemos tomorrow.

Proso, querida, no te sientas comprometida. Siempre es un gusto enorme encontrarte por acá, pero es más gratificante ir a tus espacios de palabras mágicas. Apapachos

Mariela, qué increíble anécdota… es digna de una entrada de los viernes. ¿Qué habrá ocurrido? ¿Has escuchado historias similares? Increíble.

Cass, yo no regresaría por más moneditas tampoco, jajajaja, si supieras cómo me dolió la boca, iba con mucha violencia. Sobre mis dibujitos, ya les mostraré unos enlaces en mi otro blog, son “lecciones” jajajaja, de cómo hago mis dibujitos.

Ay Vivi, fijate que mis papás ya ni se acordaban de la historia de la foto del hijo de Mima… a mí como que me suena… a ver si la podemos ir redondeando. Yo recuerdo las historias de miedo de esa casa, pero no sé por qué siempre me gustó ir allí. Esa casa me gustaba mucho.