lunes, 20 de julio de 2009

Solidaridad extrema

Hola
Sigo incomunicada, por eso no he podido ir a visitarlos. Pero afortunadamente tengo apoyo paara que me publiquen las historias citadinas que estaràn programadas para esta semana.
Hoy les traigo una simpatiquìsima historia familiar de Lady Marian. Espero que la disfruten y rìan tanto como yo. Sin màs comentarios, los dejo con ella:

Cuando mi madre era chica pasaba las vacaciones con sus hermanas y sus padres (que son, obviamente, mis tías y mis abuelos) en la ciudad balnearia de Mar del Plata. Parte del tiempo mi abuelo se instalaba allí con la familia, pero el resto del tiempo tenía que regresar al trabajo. Durante esa época él visitaba a la familia los fines de semana y regresaba a trabajar a la ciudad de Buenos Aires de lunes a viernes.
En una de estas oportunidades en que él volvía a Buenos Aires, fue acompañado por mi madre y mi abuela a la estación de trenes. Él subió al tren y ellas se quedaron en el andén esperando la partida. De pronto, cuando el tren comenzaba a moverse, vieron a dos señoras con unos cuantos kilitos de más corriendo tras el tren. Una de ellas se había adelantado un poco y parecía que estaba por alcanzar el objetivo de subirse al tren pero a la otra, que llevaba una valija (=maleta) en la mano, le costaba más avanzar.
Mi madre y mi abuela habían estado mirando pero, al ver que tenían dificultades, corrieron para socorrerlas. La primera señora había conseguido subir al tren y tiraba de la valija que la otra alzaba. Las dos mujeres de mi familia colaboraron con el equipaje y comenzaron a ayudar a la que había quedado retrasada para que pudiera treparse al tren. Les costaba bastante porque la señora era bastante regordeta y no parecía muy ágil ya que no colaboraba demasiado. Sin embargo ellas insistieron con mucha energía (las mujeres de mi familia siempre han sido muy solidrias). De pronto la mujer se da vuelta con la cara encendida y les dice: "Yo no viajo, estúpidas!!!".
Al notar la confusión ellas dejaron de empujar el enorme trasero y la señora pudo soltarse. La escena terminó con la pobre mujer insultando y mirando furiosa como mi madre y mi abuela se colgaban de las columnas de la estación para no caerse al piso mientras lloraban de la risa. Eso sí, no aprendieron la lección porque nunca dejaron de ser solidarias, al punto de a veces resultar "metidas" (por supuesto ellas nunca admitirían eso).

8 comentarios:

Leonel dijo...

Jajajajaja!!! Vaya que no lograron subirla, si no la habrían tenido que ir a bajar!!! jajajaja

Lujo dijo...

Hola Hola Hola Nancy & LadyMarian,
Ya me pasé por el otro blog a comentar el dibujito.
Me he quedado patidifusa al ver la historia de la familia de LadyMarian....¡¡Me encantó la historia y su redacción!!. Me he hecho fan de todos los personajes.
La anécdota es cómica. No quiero ni imaginar la cara de enojo que tendría la pobre señora ante tal confusión. O.o
Me encantó ver a los personajes imaginados por Nancy.
Me temo que después de leer este relato intentaré ser más observadora y pensarlo dos veces antes de ayudar a alguien a subir al tren ;)
Abrazotes enormes para todos!!!

Anónimo dijo...

Jajajaja!!! Hay que hacer caso del dicho... "No hay comedido que salga bien"...
Muy graciosa la situación!!
Y el dibujito, fantástico, como siempre, que confusión!!
¡¡¡Muy feliz día del amigo!!! Me alegra mucho contarte entre los amigos virtuales, es un placer realmente haberte cruzado en este cyberespacio :)
Besotes!!!

Guatemalan Genes dijo...

Buenisima!! Esa es mi familia.... Mis papas son super asi y ahora yo soy asi mientras mis hijos son como era yo con mis papas, regañones de que no me meta, pero un día seran iguales que sus abuelos y papas.

wuajajaa :)))))

Anónimo dijo...

No inventes...que risa!!!.. jajaja, me va a dar algo!!

el titulo lo dice todo, caer en extremos trae consecuencias tragicas... jajaja, que chistoso Nancy!, muy buena historia!

besitos!

Aaron Lechuga dijo...

me recordo al chiste de, quien saca a la gorda mucha, jajajaja

LadyMarian dijo...

Hola Nancy!
Uy! Lo publicaste! jajaja!! Me encantan como quedaron los dibujitos. Uy! Ahora tengo una familia famosa. jaja! Bueno, me alegro de que la historia te haya servido.
Besotes

Anónimo dijo...

Esta historia está genial, divertidísima