Queridos todos, como quien dice nada ya es viernes de nuevo. Así que como los viernes tenemos por acá historias de miedo, aparecidos, fenómenos paranormales y similares, los dejo con la última experiencia de las que Aarón vivió en casa de su ex. Esta es su narración:
No recuerdo bien la fecha, si me la hubieran preguntado hace unos años te la diría, pero solo sé que fue en el 2005, después de tantos problemas que hubo y que no los digo porque se haría muuuuuy largo, la relación llegó a su final, pero el ambiente en esa casa cada vez era mas turbio. Los problemas proliferaban día a día, y además, aunque uno buscara solución, siempre habían como 1,000 problemas en cola para entrar.
Una noche, para ser exacto la noche en que yo decidí ya no continuar con la relación, había algo que no me dejaba tranquilo. Como nuestro casi último adiós fue en el garage, noté que las cortinas de uno de los cuartos se movían, pero no puse ni la más minima atención a lo que sucedía, porque estaba enojado, estaba triste y a la vez me sentía un poco en paz. Para mi desgracia, estaban cayendo unos aguaceros de aquellos que apenas ves si hay alguien en frente de ti. Decidí no estar ni un instante más esa noche allí, salí y mientras iba caminando, claaaaaaaaaaro, empapado, no pude evitar llorar. Claro, yo no quería irme y dejarla sola en la vida, pero creo que si no se arreglaban las cosas, no se podría seguir luchando en vano. Recuerdo que una amiga mía sacó una frase toda cursi que en algún momento usé, decía: “y mientras caminaba, mis lagrimas se confundían con las gotas de lluvia que el cielo soltaba por mi triste corazón, mis pasos se confundían en la inmensidad del vacío de esas calles oscuras que aun hoy me aterran al recordar mi triste andar”.
Claro que iba llorando y poéticamente eso podría pasar, pero en medio de la lluvia, justo cuando yo iba a cruzar la calle, algo o alguien me detuvo, porque no vi que venía una camioneta cuatro por cuatro. Sentí una mano en mi hombro y una en mi pecho, me paré pero al voltear a ver no vi a nadie. Yo creo en mi ángel guardián, siempre me ha cuidado, y creo que esa vez fue él con ayuda de alguien más, pero no lo podré explicar.
A los días me desesperé de ver todo lo que tenía en mi cuarto y que todo me recordaba a ella. Tomé lo que pude y lo guardé y lo que no quería tener lo metí en mi mochila y me fui a buscarla. Esa tarde no era la excepción seguía lloviendo a cántaros, y para terminarla de fregar no había luz. Entonces pasé como 20 minutos tocando en la puerta para que me abrieran, pero nada, y no quería llamarla porque no sabía si me contestaría. Hasta que a lo lejos escuché que me dijeron "No hay Luz, llamala a su celular". Era su amiga, pero yo no quería hacerlo, y en un instante ella salió a abrirme. Algo triste me dejó entrar, fuimos a su estudio y le entregue todo lo que me hacia recordarla a ella. Muy triste no quería recibirlo, pero le dije que no me quería torturar. Después de un instante le pregunté que cómo sabía que yo estaba en la puerta, y ella contestó que escuchó algo en su cabeza que le decía que tenía que salir a abrir. Pero yo pensé “fue su amiga”. Mientras nos dábamos el último beso que yo le solicité, nuestro momento para recordar fue algo loco, porque no había luz, pero por el intercomunicador de la casa se escuchaba un llanto de niño, lo cual me asustó porque sólo estábamos ella y yo; no primos, no tíos, no papás y no hermana. Solo los dos, y el llanto se escuchaba suave y a la vez escalofriante. Ella no dijo nada y yo menos. Decidí irme antes de que regresaran todos y me fui bajo la lluvia. Al estar más o menos a dos o tres casas, volteé a ver y vi una sombra parada en la calle. Pensé que era ella, pero recordé escuchar la puerta cerrarse detrás de mí. Pensé que ella no quería que me fuera pero en ese instante la lluvia cesó poco a poco y la sombra se desvaneció con la lluvia.
Sí supe que esos espectros o apariciones los siguieron molestando, pero cuando yo me dije ya no más y me desligué de esa vida, hasta la fecha no sé si ellos seguirán recibiendo visitas de ese tipo, pero yo ya no, al menos no tan espeluznantes como esas.
Aarón Lechuga
p.d.
Les recomiendo ver lo que Aarón publicó hoy en su blog, son unas fotografías preciosas de la Guatemala de mediados del siglo pasado. Este es el enlace.
viernes, 8 de mayo de 2009
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12 comentarios:
OOoh!! definitivamente cuando iva caminando y no vi el vehículo era su guía, ahora con los de la casa eso si ta de miedo.
A mi me asustó lo del llanto del niño, lo otro, la mano que lo salvó de que la camioneta le pasara por encima, eso me gustó. Pudo haber sido su angel guardián efectivamente, guau.
Me gustan estas historias de fantasmas y espectros, aunque si me pasara a mi creo que el asunto ya no me gustaria tanto ...
besos Nancy, y un saludo a Aarón
Ooorale jajaja por eso prefiero la soltería XD
Saludos Nancy linda!!
Es una historia bien inquietante. ¿Está basada en un hecho real o es ficción?
Es una historia basada en hechos reales, y Saludos Any, el Kontra ya va de Agüitado
saludos a todos y los que faltan por leer, esta es el final de la saga de mi ex jajaja
Mi querida Nancy... ya sabes que el del viernes no lo leo porque me da miedo...
Pero mira mujer... pasate por mi blog, te dejo una cancioncita linda y un abrazo grande grande para el domingo.
Abril
Me encantan estas historias de los viernes. Lo de Aaron es inquietante aunque se leé con mucho placer.
Un apapacho y gracias por leerme, me honra tu presencia.
Creo que tergiversé la historia... a mí me dio más tristeza lo que cuenta de cómo terminó la relación que miedo lo de la sombra, el carro y el llanto :'(
Así que un hecho real...Uhhh... Inquietante, sí. Pero a veces se dan hechos así, inexplicables.
Qué bien que te evitaran ser atropellado, me alegro, SETH.
Nancy, muy buena idea esa de la firma invitada de los viernes!
Hola Hola,
Me dejan noqueada las historias de Aarón con su Ex. La verdad, me alegro que esa relación pasara a mejor vida. Al pobre chico le pasaban cosas muy extrañas y "no ganaba para sustos".
Fantástica historia.
Abrazotes
Hola a toda la comunidad de apapachados!!!!
Ayer leímos en familia varias de las historias que teníamos atrasadas y como siempre lo disfrutamos mucho.
Coincido con Lucía en que en esta del adiós uno puede quedar igual de impresionado por la parte "romántica" de la historia que por la "sobrenatural".
¿Pero vieron qué pilas este Aaron? Llegó a devolver las cosas varios días después de la ruptura y todavía pidió "beso de despedida", jejejeje. Lo bueno fue que todavía se lo dieron!!!
Respecto a la camionetilla 4x4, esa de plano que también venía del más allá, si tenía de las placas amarillas con sólo números de plano que sí, jejejeje. Debe estar relacionada con la "camioneta de la muerte" esa que dicen que le sale a uno en contravía en la cuesta de las cañas y que según cuentan, se accidentó hace muchos años y murieron todos, pero... todavía pasa!!!
Buena historia con un toque de tristeza.
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