viernes, 12 de septiembre de 2008

Del origen de los chistes II


Bueno, esta es una historia clásica. De esas que siempre se recuerda dentro de la familia.

No es lo mismo, pero es igual

Esto le pasó a mi mamá hace muchísimos años... tantos, que yo ni había nacido. Resulta que con ella trabajaba una joven oriunda de San Vicente Cabañas (de plano recomendada por mi tío político que les conté).

María Elena Ramos, mejor conocida como "la Licha" en mi familia, tenía cada ocurrencia que para qué les cuento.

Un día mi mamá la mandó a la tienda y le pidió que le comprara dos pliegos de papel parafinado.

Al cabo de un rato la famosa Licha regresó con dos pliegos de papel de china negro.

Mi mamá, un poco contrariada, le dijo:

-Eso no fue lo que te pedí

- Pero eso me dio la de la tienda, respondió la Licha

Mi mamá tomó el papel de china y se fue a dovolverlo a la tienda.

Al llegar le dijo a la señora que no era eso lo que le había mandado a pedir.

a lo que la mujer respondió:

-Bueno, eso fue lo que le di porque la Licha lo que me pidió fue dos pliegos de papel para difunto.


Ah, qué Licha más divertida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj esa historia sí es de chiste. Cuenta mi mamá que hace muchos años -cuando yo tampoco habia nacido- tenia una empleada y todos los días iba al mercado a comprar la prensa -en zacapa- pero un día apareció con dos prensas y cuando le preguntó que por qué dos, le dijo: ahh es que me dijeron que mañana no la iban a vender entonces mejor compre dos de una vez....
No digo pues, los de porai somos chistositos.

Saluditos

Patricia

Nancy dijo...

jajaja Ese sí es de antología. Lo hubiéramos puesto con su dibujito y todo.

Anónimo dijo...

Ahh, si me permitis querida Nancy, me emocioné con los chistes reales y ahí va otro de mi pueblo.
Cuenta mi mamá -también hace muchos años- que habáa un zapatero que hacía bien su trabajo aunque también no era muy cuerdo que digamos. Resulta que una día llegó mi papa a tomarse la medida para que le hiciera un par. A los días fue a recogerlos pero le quedaron muy grandes y al preguntarle que por qué no se los había hecho a la medida si le había tomado bien la plantilla, el zapatero muy sonriente le dijo: ahh es que usted me cae bien y por eso le di ganancia....

Patty

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com dijo...

nancy:
esto no es muy chistoso, pero fijate que una tía mía tenía un marido borracho. ella siempre lo trataba muy mal cuando llegaba ebrio. una noche, decidió cambiar, quizá con eso él dejaría de tomar. así que cuando llegó, en vez de gritarle, lo ayudó a que se acostara en la cama. cuando estaba profundamente dormido, ella le quitó los zapatos para que se sintiera más cómodo. pero la reacción de él fue esta: medio despiuerto, le dijo a mi tía: "dejame, dejame. mejor me voy a la casa con mi mujer"

saludos

Nancy dijo...

Esa tu historia me recuerda otra que me contó un amigo. Resulta que no sé si él u otro su amigo se había ido a un motel con una traidita y de repente lo llamó la esposa al celular. El muy menso del susto le preguntó ¿cómo supiste que estaba aquí?
jajajaja
Bien dicen que el pez por su boca muere.