lunes, 22 de septiembre de 2008

Introducir las extremidades I


En el dudoso arte de "meter las patas", me llevo las palmas. Soy toda una experta, por lo que historias de ese tipo seguramente aparecerán con cierta frecuencia en este blog.
Debo reconocer que la indiscreción, a veces, y el no pensar lo que digo, ni a quién se lo digo, otras veces, los heredé de mi madre.
He aquí un par de perlas que tienen como común denominador el uso inoportuno de
Dichos y refranes
Hace miles de años, cuando mi mamá era joven, tenía una amiga, la Tere, cuya debilidad eran los suéteres. Poseedora de voluptuosas curvas, la Tere tenía un defecto físico: caminaba desigualmente... en buen chapín: "cojeaba".
Un día, la Tere le comentó a mi mamá que su novio (el de la Tere) había regresado de viaje.
- A que no sabés qué me trajo de regalo..., le dijo
- Un suéter, respondió inmediatemente mi mamá. Y completó la oración con el dicho: "si él ya sabe con qué pata cojeás"...

¡Plop!
Esa historia me recuerda otra que yo protagonicé (como buena sucesora de la corona de metidas de pata).
Hace algunos años tenía un gran y querido amigo y compañero de trabajo (qpd) cuya esposa, a quien también apreciaba mucho, padecía de enanismo.
Un día él entró a mi oficina y al verme estresada en la computadora preguntó:
- ¿qué hacés?
y mi respuesta...
- Aquí, pariendo enanos
(¡Plop!)
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Comerciales
Recomiendo visitar la página de mi amigo Julio Lara, periodista que por muchos años ha cubierto la nota roja: 
http://www.julitolaragarcia.blogspot.com/. En su blog cuenta las vivencias de las coberturas más dramáticas que ha tenido que hacer. Un interesante blog que muestra que este oficio requiere una buena dosis de adrenalina, garra, pasión y vocación.
Además, les recomiendo la lectura del post que colocó Alfredo Vicente el jueves pasado (18 de septiembre) en su blog Kerosene (
http://www.alfredovicente.com/). Vale la pena, se los aseguro.

3 comentarios:

Patricia Cortez dijo...

me hizo reir, yo tenía 3 alumnos no videntes,siempre andaban juntos para apoyarse, un día sólo llegaron dos y yo necesitaba hablar con el tercero.
de golpe les dije "vieron a José?, no saben porqué no vino?" y me contestaron, "no, no lo hemos visto, pero si lo vemos, seguro que se lo contamos".

Unknown dijo...

Meter las patas es todo un arte, a veces se hace de forma magistral (que clavo).

Nancy dijo...

Bienvenida Patricia, me encanta tu historia. Yo solía decirle así a un gran amigo que es ciego. Él, acostumbrado a esa forma de comunicarnos, bromeaba con eso de Ahí nos vemos, ¿cuándo nos vemos?, etc.
s@kis, me alegra hacerte reír. Entre las muchas razones por las que volví a abrir este blog tengo una que un día contaré... ya verás por qué me gusta que la gente ría y cuente sus historias increíbles.