miércoles, 23 de septiembre de 2009

La mujer invisible

La historia de hoy nos la contará Maribel de Morales. Es un caso insólito pero estoy segura de que muchos de ustedes conocen más de alguna historia parecida.
Los dejo con nuestra querida invitada:

Hablando de la ola de violencia y asaltos, me recordé de una historia que me la contaron dos veces, una por medio de terceros y la otra, fue la misma protagonista de esta historia.
Resulta que esta chica viajaba en bus hacia la universidad y el trayecto que tomaba el bus para acortar distancias era el periférico. Lógicamente en este tramo no hay paradas y se viaja súper rápido.
De repente se pararon dos hombres cada uno con arma (no recuerdo si eran pistolas o cuchillos), en fin, empezaron a asaltar desde el primer pasajero, pasando por el lugar de la joven, hasta el último.
Ella estaba sentada del lado del pasillo y en el asiento del lado de la ventana, iba un señor.
Cuando se dieron cuenta los pasajeros, todos automáticamente empezaron a entregar sus pertenencias y a rezar para que nada más les pasara. La chica sacó de su bolsa una estampa de un santo que en ese tiempo todavía no había sido canonizado, pero el rezo de la oración les había resultado beneficioso a muchos de sus seguidores, sin importar cual fuera la ocasión.

Así que se disponía a rezar la oración cuando se dio cuenta que no podía pasar de la palabra Padre… y allí se quedó diciendo Padre, padre, padre…
El ladrón pasó a su lado y le recogió al señor sus cosas, pero a ella no. Era como ser invisible. Ella llevaba puesta una cadena de oro al cuello, que era muy difícil no verla, pues la llevaba sobre su blusa. También llevaba anillos y su reloj. Nada de esto le fue quitado y cuando los asaltantes terminaron, le exigieron al chofer que parara para poder bajarse con el botín.
Después de semejante susto, la pobre mujer regresó de su trance y se dio cuenta que a ella no la habían asaltado. El señor que iba a su lado le dijo asombrado: “señorita que afortunada, parece que usted era invisible para los ladrones, porque ni siquiera se percataron que usted iba a la par mía”. Los otros pasajeros se dieron cuenta y la veían raro a lo que ella decía que más de alguno habrán pensado que ella era su cómplice, pues no le pasó nada.
Así como pasan fenómenos raros, también hay otros que nos muestran que el Ser Todopoderoso que nos ha creado, tiene formas extrañas y a la vez humanas de expresarnos que nos ama y que siempre podemos confiar en El, sin importar cual sea nuestra creencia.

14 comentarios:

La Vivi dijo...

Es super cierto que la fe mueve montanas.

Anónimo dijo...

con su fe logro ser cubierta por un manto.. como el de harry potter o una cosas asi, es una suerte y un fenomeno inexplicable lo que tu mente y tu fe pueden llegar hacer combinadas.

impresionante.

LadyMarian dijo...

Increíble!! Y tuvieron suerte también el resto de los pasajeros por no haber sido atacados, por lo menos.
Hoy a un chofer de colectivo (ómnibus) le amputaron dos dedos en un asalto. Y así vivimos... claro es simplemente una "sensación" de inseguridad (como dicen los que tienen que hacer algo).
Besos

la-filistea dijo...

Es cierto, algunas veces uno es protegido por algo inexplicable.

Saludos Nancýviris!

Anónimo dijo...

Ne me digan después que no existen los ángeles!!!!
Esta chica tuvo un ángel guardián.
Un beso grandote.

Any dijo...

Hace mucho leí una historia parecida; no me acuerdo bien si en Francia o en Inglaterra, durante la guerra una mujer caminaba de noche por la calle y ve venir un grupo de soldados alemanes borrachos; piensa que la van a violar o a golpear y empieza a rezar invocando a su ángel guardián; la patrulla pasa por al lado de ella sin verla y era imposible que no la vieran porque era una calle muy angosta. Creer o reventar.
Un besote compañera del Sur!

Leonel dijo...

No cabe duda que fue algo extraordinario, muchas veces pienso que a como están las cosas no importa qué tantas precauciones pueda uno tomar, siempre necesita una "ayudita extra" como la que obtuvo la protagonista de la historia, porque nadie está libre de que la violencia lo alcance.
Aunque claro, ¡eso fue más que una "ayudita"!

Aaron Lechuga dijo...

yo no me aparto de la fe, es mas yo tengo fe en casi todo, pero a mi me paso algo asi, solo que yo iba dormido y medio me recoste en la señora de la par, y ni cuenta me di que asaltaron el bus, a la señora no la asaltaron porque no podia sacar sus cosas porque practicamente estaba sobre ellas, y pues jajaja, todo por desvelarme jajaja, me quede dormido en la camioneta

.:: DemonStar ::. dijo...

oooo que buena historia, la verdad es que aveces una plegaría hace la diferencia.

La Guera Rodríguez dijo...

Que bonita historia!
ha servido para que me relaje un poco por hoy.

La Fe es grande y no hay palabras para describirla.

besos!

El Angel de cari dijo...

La fé es una de las cosas que logran que el ser humano sortee algunas dificultades sin consecuencias.
besos

Lujo dijo...

Holaaaa
Me has dejado impresionada con esta historia. Es cierto que algunas veces "el de Arriba" nos escucha.
No quiero ni imaginar el temor que pasarían todos.
Abrazotes enormes!!!

Nancy dijo...

Querida Vivi, es cierto, la fe es un enorme motor. Ojalá baste con la mía pues tengo fe en que algún día vendrás.

Sonia, tienes mucha razón. Por eso voy a publicar más historias similares. Te lo prometo.

Y bueno, LadyMarian, aquí ya no tienen tanta suerte los pilotos. ¿Sabías que en Guatemala uno de los empleos más riesgosos es ser piloto de bus? Aquí hay ataques constantes contra los pilotos, ahora ya nadie quiere conducir buses ni urbanos ni extraurbanos.
:(

¿Verdad que sí, Filis? Yo me considero una gran afortunada en ese sentido.

Estoy contigo, Norma, claro que sí.

Yo también leí algo parecido, pero era un soldado solitario frente a un batallón que no se atrevió a dispararle ni a capturarlo. Al contrario, salió huyendo…

Leonel, las ayuditas extra siempre serán bien recibidas ;)


¡Qué suertudo Seth! Y después no me vengas con que te persigue la mala suerte. Jajaja

Hay muchas oraciones escuchadas, aunque quien las trate de decir no pase de la primera palabra… como la protagonista de esta historia. Creo que la plegaria escuchada fue la de su corazón.

Qué bien, Diana. Te deseo mucha fuerza, energía y felicidad para enfrentar tus días… principalmente esos que te plantean dificultades desagradables en la oficina.

Yoly, sé que tú conoces perfectamente el poder y el significado de la fe.

Tienes razón, Lujo. A veces pienso ¿acaso los demás pasajeros no rezaron? Pero bueeee, es tema para otras conversaciones…

Besitos y apapachos para todos. Gracias siempre por venir

paola guillen dijo...

definitivamente q linda historia.