Este video me recuerda la historia de un perrito que tuvimos en la familia. Se llamaba Lobo y era un collie, creo.
Una vez se lo robaron y pasaron algunos días sin que supiéramos nada del perro. Pasó un tiempo y de pronto el perrito llegó a la casa. Había estado amarrado, pero con sus colmmillos logró romper el lazo que lo aprisionaba. Además, quién sabe qué distancia recorrió pues, según cuenta mi mamá, llegó con las patitas casi en carne viva.
¿Cómo dio con la casa? ¿Cuántos días viajó para encontrar su hogar? ¿cuántas experiencias malas pasó hasta llegar de nuevo con nosotros?
No lo sé, sólo sé que el amor de los animales es muy grande y hermoso.
8 comentarios:
Es impresionante leer y escuchar ese tipo de historias, sobretodo las que protagonizan los perros. Recuerdo que a los 10 (o 9?) años tuve un collie con el que me encariñé tanto que el día que murió sentí que me desgarraban y me quitaban a alguien con quien había vivido desde que nací... (por cierto murió antes de la adultez porque había sido el resultado del cruce de una madre con su hijo).
Pero bueno la anécdota que voy a contar no tiene que ver con el amor, más bien con la inteligencia canina. Resulta que, un embajador español, en un país africano, hace ya varios años, tenía un pastor alemán, y un mono, en su amplio jardín. El mono vivía amarrado, con una larguísima soga, a un árbol, pero molestaba mucho al perro, y cuando éste dormía, descendía del árbol, se acercaba al chucho, le pegaba, y se trepaba corriendo nuevamente a las ramas. El perro se enfurecía cada vez que le pegaba el mono, que le hacía la misma jugarreta constantemente.
Cuenta el embajador, según me dijo una vez mi papá, que un día el pastor alemán, muy enfurecido, tras una broma del mono, corrió hacia la soga, que colgaba del árbol, y la jaló. Con una pata, presionaba la soga, e iba jalando con la boca, y así sucesivamente.
Dicen que el embajador observó todo esto desde su ventana, y no quiso interrumpir por lo asombroso. Toda una tarde demoró la hazaña, varias horas pasaron, dicen, pero finalmente, el mono, cagado de miedo, tuvo que sucumbir a la dentadura del pastor, ya "bajado" de árbol.
el mono fue destrozado, en caso de que no me haya explicado bien.
Pobre monito, pero quién lo manda a andar de abusivo. Realmente los perros son súper inteligentes.
Yo recuerdo a mi perro, Brandy. Vivió en mi casa desde quer era un cachorro. Mi cocker, de color blanco y manchas café claro, murió en mis brazos, luego de una larga agonía. Fue hace más de tres años, y les juro que pienso en él a diario, aunque sea un instante. De hecho, tengo un ritual: siempre lanzo un beso al sitio en donde está enterrado, en el jardín que está a la salida de mi casa. Esto es todos los días, sin excepción.
También he tenido sueños con mi perro, que estoy jugando con él. Era parte importante de mi vida, y ahora es un recuerdo de los más lindos.
Nancy, me gusta tu blog, es muy entretenido y dan ganas de volver, para ver el siguiente post.
Felicidades
Creo que todos tenemos mas de alguna historia y la de los animales mucho mas, muy bonita historia....
Hola Fernando y Paco
Bienvenidos y gracias por los comentarios. A ver cuando nos cuentan sus historias.
:0)
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