sábado, 11 de octubre de 2008

Al que anda entre la miel...


En mi casa, la de mi niñez y adolescencia, siempre hubo muchos animales. Todos se relacionaban entre sí y nosotras (las cinco hermanas) también con ellos (ahora pueden explicarse muchas cosas, jajajaja).
Cuenta mi mamá que yo comía helado y le daba a probar al perro. Así, ambos sentaditos en la banqueta, disfrutábamos del postre dando un chupón el chucho y otro yo. A veces incluíamos a mi hermana Vivi en la comunión.
Estas prácticas se mantuvieron en mi casa a lo largo de los años. Así, mis hermanas menores, Bele y Zully, también compartían la comida con perros o gatos. Y así, estas prácticas se transmitieron de generación a generación. De tal cuenta que, al menos mi sobrino mayor, también compartió los sagrados alimentos con los perros.
Un día estaba este sobrino (con unos tres años de edad) comiéndose una suculenta pierna de pollo, cuando llegó su primita, 23 días menor que él, y se le acercó para pedirle un poco de pollo. Inmediatamente mi sobrino reaccionó como lo hubiera hecho cualquier chucho sin ganas de compartir: se puso tenso, mostró los dientes y lanzó un gruñido que dejó quieta a la prima.
De aquellos hábitos (o extrañas costumbres) no sé si conservo algo. Quizá mi gusto por los amores perros…

4 comentarios:

el Kontra dijo...

Jajaja... mi hermana menor hacía lo mismo con los perros y el helado. ¡Cinco hermanas! Me imagino que los pretendientes hacían fila fuera de la casa. Saludos y feliz sábado.

Nancy dijo...

Ufff, Kontrita, de esas historias tengo muchiiiiiiiiiiiiiiiisimas.
Ya les contaré
feliz fin de semana

el Kontra dijo...

Maestrísima: A mi los personajes míticos que me fascinan son los chapines como el cadejo, la siguanaba y los zipitillos... la verdad yo si creo en ellos.

De paso la Maestrísima Cortez creo que dio con la solución al problema de mi blog, habría que intentar ponerlo otra vez bajo la nueva configuración, a ver si sirve.

Saludos y feliz Domingo (advierto que hoy dejaré visceras en mi blog pero es culpa del Moscardón)

Nancy dijo...

Qué fácil estuvo arreglar el problema gracias a la profesora Cortez. Sobre personajes míticos chapines no tengo muchas historias, solo un par de algún personaje que no sé quién es pero las experiencias me las contaron dos personas que no se conocen entre sí. Ya les contaré.
Y mi especialidad son las hadas y los ángeles y, en menor medida, los duendes. Prometo algunas historias de esas.
Y bueno, estaremos pendientes de sus visceras.
feliz domingo