lunes, 13 de octubre de 2008

Duendes traviesos I

En esta vida pasan tantas cosas que uno llega a dudar de su propia cordura. Pero basta leer los titulares de los periódicos para pensar que vivimos en un mundo de locos.
Y bueno, llegó el momento de contarles una historia de esas que uno no cuenta más que a la familia, para no perder la credibilidad ante los demás.
No me animaría si no compartieran conmigo la misma experiencia mis dos hijas.
En mi casa pasan cosas extrañas, ya les iré contando. Algunas se las atribuyo a los ángeles, otras a los espíritus chocarreros, unas más a las hadas y varias otras a los duendes. A estos últimos los considero protagonistas de esta situación que he dado en llamar
El caso del papel higiénico
En mi casita ("ita", por chiquita y de cariño) vivimos mis dos hijas y yo. Como es tan pequeña, solo tenemos un baño.
Pues bien, es frecuente encontrar en uso dos, y a veces hasta tres, rollos de papel higiénico. ¿A qué se debe este fenómeno?
Resulta que cuando entramos al baño, tenemos por costumbre cerciorarnos de que haya papel higiénico. Una vez confirmado este extremo, pues hay que proceder a lo que uno entró. Pero resulta que en el momento justo de usar el papel, éste ha desaparecido (suele suceder con cierta frecuencia). Así es que debemos tomar otro, lo usamos y ¡oh, sorpresa! al colocarlo en su lugar el rollo que vimos al principio y que no apareció en el momento de su uso, ahora está de vuelta allí.
Por eso es que, si alguna vez llegan de visita a mi casa, no se vayan a extrañar de encontrar dos rollos en uso. Y no se asusten si tienen que sacar uno nuevo y al colocarlo, se dan cuenta de que había otro ya en uso.

7 comentarios:

Johan Bush Walls dijo...

!Que rollo ese¡ maestra Nancy, una explicación lógica. Pienso que cuando van al baño tienen tantas ganas que mejor llevan otro rollo, porque si van y no hay, quizá no les de tiempo de regresar por otro rollo, jejejeje.

Salú pue.

Roberto dijo...

Y yo que creía que cada una de ustedes tenía su propio rollo.
Ya me la habías contado, pero igual me dio gusto leerla. saludos!!

el Kontra dijo...

Moraleja para el Kontra: No ir al baño en la casa de Nancy.
Si lo veo al duende, ahí si, literalmente me voy a ***** del susto ;)
De acuerdo con Johan, la explicación es lógica.

Nancy dijo...

jajaja, gracias por la explicación. Sería bueno que tuvieran una experiencia de esas. Pero bueno, a todo se acostumbra uno.

Anónimo dijo...

Eso me recuerda aquel chiste de Velorio: ¿Ya hiciste pipi? ¿y popó?

Leonel dijo...

Hola Nancy!
Como ya nos leimos tus historias recientes, ahora estamos leyendo las antiguas... están muy bonitas, ya leimos también la del gigante que hizo una cruz en la tierra, qué espeluznante!!!!
Saludos de mi esposa y mis hijos,
Leonel

Nancy dijo...

Familia de Leonel, mil gracias por sus visitas. Espero sus historias, estoy intrigada.
Apapachos cariñosos