lunes, 3 de noviembre de 2008

De temblores y terremotos III


George es un amigo muy querido. Trabajó por más de 45 años en un mismo diario. El vivió toda la evolución de los distintos métodos de publicar el periódico: del tipógrafo a la era digital. De hecho fue chupógrafo, digo tipógrafo.

Pues bien, al parecer George le hacía honor a lo de chupógrafo. Al menos en ese estado (etílico, de ebriedad, o como quieran llamarle) llegó a su casa la noche del 3 de febrero de 1976. Esto hizo que pasara el terremoto que se nos vino la madrugada siguiente:


Anestesiado


Según me contó un día, a pesar de que salió tarde del trabajo aquella noche del 3 de febrero, no se fue a casita, sino con unos amigos a jugar billar y de ahí se fue a casa bien mareado.

El terremoto despertó a Guatemala a las tres y media de la madrugada, pero él no despertó sino hasta cuando ya había salido el sol.

Fue la luz del día lo que golpeó sus ojos y, al abrirlos, oh sorpresa, sólo vio cielo azul. Por un instante creyó estar en el mismo cielo, pero luego comprendió todo. Al ver que se movía, unos vecinos se acercaron para saber cómo se encontraba. Ël, bien, un poco mareado. Pero la razón de haberse encontrado con el cielo como primer escenario fue porque el techo y algunas paredes de su casa se vinieron abajo con el siniestro. Afortunadamente, vivió para contarlo.

4 comentarios:

el Kontra dijo...

¡Que cosa! Cuántas historias así habrán de gente que lo pasó dormida (con o sin los tragos encima). Tuvo suerte George, yo me levantó así después de una noche "alegre" y la pienso dos veces antes de empinarme el agaurdiente.
De paso, mis respetos que pilas sos para publicar, hoy en la tarde vi tu penúltima historia, pero quería tiempo para comentar y ahora que regreso me encuentro esta. ¡Mis respetos Maestrísima! Un abrazote.

Alexxx dijo...

que suerte que no le pasara nada, pero como que es casi seguro eso de que a los que estan tomados no les pasa nada, se escuchan muchas historias de accidentes automovilisticos, y el cuate que iba manejando muy tomado, no le pasa nada.

Anónimo dijo...

El viernes escuché una historia relacianada con el terremoto del 76 y me maté da la risa. una señora como de sesenta y pico años, contó que justo el dia del terremoto ella habia visto la pelicula del exorcista. se fue a acostar con tal terror que cuando pudo conciliar su sueño ya pasaba la media noche. De repente empezó a sentir que la cama se le movía, y escuchó ruidos nunca antes escuchados, tal fue su susto y angustia que lo primero que hizo fue taparse la cara, rezar, sudar y gritar pero en su mente lo unico que pasaba era que el chamucho se le habia metido. Escucharla da mucha risa porque ella jura que solo eso le pasaba por la mente, que el diablo se habia apoderado de ella, hasta después cuando la llegaron a sacar se dio cuenta de que era terremoto.

Patty

Nancy dijo...

Kontra
Yo supe de casos en los que parejas de infieles fueron sorprendidas en los moteles, jajaja. Gracias por felicitar mi pilencia, es porque las historias son cortas y sólo tienen una fuente de información. Apapachos too.
Alexxx
Dicen que el Cadejo los cuida, jajaja, no sé si es cierto. He oído que cuanto más relajada está una persona, más probabilidades tiene de salvarse de un accidente. No sé si sea cierto pero dicen que, de hecho, los bolitos y los dormidos son los principales sobrevivientes de los accidentes. Ahora, cómo llega un bolito manejando su carro... quién sabe...
Patty
Me hacés reír tanto con tus historias. Qué divertida esa tu hisoria, aquí la comentamos con mi nena grande.
Aprovecho para anunciar que mañana publicaré una historia tuya, para que se rían todos con esa gracia que tenés de contar las cosas. No lo hago hoy porque olvidé enviarme el texto y el dibujito.
;)