domingo, 16 de noviembre de 2008

Teoría de la relatividad



En esta vida todo es relativo. Incluso el tiempo que algunos nos empeñamos en medir con relojes para otros la cosa es distinta...
Hace muchos años, mi papá y unos amigos decidieron escalar el volcán Santa María, en Xela. Sabían que al llegar a los pajonales estaban cerca de la cumbre pero el frío y el cansancio les hacía desear estar allí.

Cuando estaban ya cerca de los pajonales venía bajando un indígena del lugar al que le preguntaron
- Señor ¿sabe cuánto falta para que lleguemos a la cima?

Aquel hombre vio hacia la cumbre y luego miró al cielo. Entonces respondió

-Ah, como una hora...
y, luego de pensarlo un poco más, agregó
-como una hora, pero bien laaaaaaaaaarga ustedes.
Y así fue. A mi papá y sus amigos les tomó mucho más de una hora y media llegar a la cima. Es decir, no una hora de 60 minutos, sino que una hora pero bien laaaaaaarga.

9 comentarios:

Allek dijo...

pasaba a tu rincon..
un saludo!!

Miss Penny Lane dijo...

es que es muy de la ciudad eso de contar las horas con el reloj... me encanto su definicion... una hora bieeeen larga.... jajajaja....

vos... los dibujitos que haces son un hit!

saludos...

el Kontra dijo...

Jajaja... me llegan esas "horas" a la potencia de tres o esos "3 minutíos" que realmente van de 15 a 30.

Muy bueno Maestrísima del Paint.

Alexxx dijo...

me recuerda una vez que ibamos con la familia al volcan de pacaya, era la primera vez que ibamos por esos rumbos y hace tiempo, las calles eran de terraceria, y estabamos ya cerca de san vicente y preguntabamos que cuanto faltaba para el volcan, y nos decian, "mmmm como 3 cuadras" y nunca llegabamos, mi papa decia: "esas 3 cuadras las miden pero con hule"

Roberto dijo...

nancy mis padres tambien hablaban que el tiempo era de hule, saludos

Abril dijo...

jajaja!

Si, cuando uno no conoce el camino o es impaciente o la cola es larga entonces si el tiempo toma otra dimension.


Saluditos Nancy.

Fernando Ramos dijo...

Es como cuando uno pregunta una dirección: Disculpe, me puede ayudar, es que fíjese que necesito saber en donde queda esta dirección, ¿será que usted conoce?

Entonces le responden a uno: eso está aquí cerquita.

¿Será que me puedo ir caminando?

Si, es cerquita, camine aquí recto.

Y uno camina, y camina, y camina, entonces vuelve a preguntar, y la siguiente persona que dice conocer, da las mismas indicaciones. Y así sucesivamente.

Saludos

Alfredo Vicente dijo...

Esta anécdota me recordó cuando el colocho (o sea el blogger soyunmuerto) y yo aprendimos la relatividad de la hora.

Estábamos, hace ya tres años y pico, en Tiquisate, con un grupo de amigos. Uno de ellos nos invitó a su casa en la playa, que estaba (en tiempo real), a 1 hora y pico en automóvil.

Bueno, nos fuimos todo el camino muy sobrios, en el carro, y efectivamente, se hizo largo el trayecto.

Sin embargo, al llegar, empezamos a consumir nuestra querida Gallo, y ya algo contentones, de regreso, sentimos que el tiempo pasó en 20 minutos.

Así que entendimos cuando el chavo nos dijo "una hora en carro, y 20 minutos a verga". Siempre lo recordamos y lo usamos como referncia ahora cuando vamos a hacer un viaje. Saludos Nancy

Nancy dijo...

Bienvenido Allek, saluditos

Miss Penny, es cierto, las distancias son eternas cuando hay prisa y hasta cuando hay miedo. Ya me acordé de otra historia, pero ésta es de terrrrrorrrrr jajajaja. Y mis dibujitos son una verdadera sorpresa para mí... jajaja

Kontra, es cierto, un sólo minuto puede ser eterno.

Roberto y Alexxx, siempre que yo me tardaba al hacer algún mandado y le decía a mi mamá sólo son 20 minutos, o regreso en 20 minutos, mi mamá me decía que me había tardado 20 minutos, pero de hule.

Abril, querida, ¿qué me dices de tus 90 minutos? jajaja Dichosota.

Tienes razón Fernando Ramos, tienes muchísima razón, también me hiciste recordar a la gente de Xela. Como tiene calles empedradas y torcidas, la gente le dice a uno: siga aquí recto, pero mueven la boca siguiendo el trazo de zigzag de la calle que no es recta.

Alfredo, tu comentario me ha hecho reír. Esa sí es una teoría de la relatividad vivida en carne propia.