Resulta que una noche llegó Sofía a su casa con los ojos cansados y rojos de tanta contaminación. Así que decidió ponerse unas gotas de colirio.
En el momento justo en que se colocó las gotas y cerró los ojos para esperar el efecto sanador, se fue la luz. Ella no se dio cuenta y al abrirlos, oh sorpresa, estaba todo negro. Así que se puso a gritar descontroladamente:
-¡Estoy ciega! ¡Me quedé ciega! ¡Me quedé ciega!
Por su mente, jamás se cruzó la idea de que se había ido la luz. En cambio, imaginó que las gotas estaban vencidas o que se había equivocado de medicina. Sus temores y su ceguera se desvanecieron unos minutos después, cuando volvió la luz.
Les decía que me parece que es una situación común pues, hace unos meses, un connotado médico y músico me contó que algo similar le ocurrió a la empleada doméstica de su casa, sólo que a ella le cayó cebolla en los ojos y cuando los cerró por el ardor, justo en ese momento se fue la luz.
El drama que aquella mujer armó en la cocina fue similar al de Sofía hace años.
9 comentarios:
Que coincidencias como si uno de los de la EEGSA estuviera haciéndolo por fregar. Saludos
yo me sé una peor, la señora era evangelica y estaba orando arrodillada en el altar, se quedó dormida cuando despertó se había ido la luz y gritó "hermanos oren por mi que la ira del señor me ha cegado, porque estaba dormida en una vigilia" hasta que alguien se compadeció de ella y le dijo "hermana no se alarme, se fué la luz"
jajaja que buenas coincidencias, ocurren en el momento justo
jajajajajajajajajajajaja
Pobre....
Mi peor pesadilla es esa, quedarme ciega...
Me he reído mucho con tus post y con el comentario de Patricia...
La ira del señor...
jajajajaja
Besos, Nancy...!
Qué bueno está su blog!..
Lo he leído hace unos días vía Guatemalidades... me encantan los dibujos en el paint, son buenísimos!!
Que risa con eso de la ceguera y más lo de la ira del Señor . Jajaja...A dónde hemos llegado Jesus!
Ah es que imaginate eso de cerrar los ojos y que de repente ya todo este obscuro!! eso ha de ser horrible!!!
Mi segunda pesadilla seria quedarme ciega, la primera seria quedarme muda.
Ah como siempre tu Nancy dandonos esa chispa de alegria a la rutina.
Eso me recuerda a Los tres chiflados, cuando Curly, creo que él era, decía algo similar, no miro, no miro, y los otros dos se preocupaban y decían ¿qué te pasa?, tengo los ojos cerrados, respondía él. Entonces venían los golpes y las bofetadas.
Salú pue.
Kontra, tu comentario me hizo recordar las travesuras del hijito del diablo de Derbez.
Patricia, tu historia sí que estaba mejor que las mías. Qué buenísima, jajaja
Alexxx, tienes razón, un parpadeo puede cambiar tu perspectiva de un momento.
Coincido contigo, Lena, siempre he temido quedarme ciega. Puedo imaginar muchas cosas malas, pero lo peor sería perder la vista (y eso que soy miope).
Hola Filistea, yo también te he leído a través del vínculo de Patricia Cortéz, jajaja, y te he encontrado en otros blogs. Qué alegría leer tu comentario. Saludos
Ay Abril, dadas mis historias de introducción de extremidades, muchas veces he deseado no poder hablar. Cada vez que abro la boca meto la pata. :o(
Johan, tu historia me recuerda a mi nena pequeña cuando estaba chiquita cerraba los ojos para esconderse de mí.
JAJAJAJA, no iba a la mitad y ya estaba riéndome taaaaanto, qué bonito tu blog, insisto =)
Que pases un felíz y tranquilo fin de semana!!
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